Nuestros libros preferidos sobre emociones

A raíz de la última entrada en la que hablo del emocionario un poco por encima, algunos de vosotros me habéis pedido que os recomiende libros para vuestros hijos. Y he pensado que puede ser una buena idea presentaros de vez en cuando en el blog los preferidos de mis pequeños. No siempre coinciden con los que más me gustan a mí, pero en el caso de la temática de hoy sí, creo que por eso he empezado por esta, jejeje.

Así que como tengo un ratito os voy a enseñar los tres libros que más me piden en casa cuando necesitan entender lo que sienten un poco mejor. Vamos que son nuestros preferidos para trabajar las emociones. Sobre este tema hay muchos, pero a mis hijos los que les encantan son estos tres:

El famoso "Monstruo de los colores", que es el que tenemos hace más tiempo y con el que empezamos cuando eran más pequeños.

A mí personalmente me gusta mucho, asocia los sentimientos a los colores, lo cual ayuda a la hora de organizarlos, y el monstruo es una preciosidad, vamos que mucho miedo no da, más bien todo lo contrario. De este cuento podéis encontrar infinidad de materiales en internet, incluso de su autora como estos descargables. Y en muchos blogs de maestros comentan cómo trabajarlo. Raro es el colegio en el que no está.

Otro libro que te enamora solo de ver la tapa es "Así es mi corazón", al cogerlo ves un precioso corazón troquelado que te cautiva. La idea es similar a la del monstruo, también juega con los colores, pero a nuestra casa llegó un poquito más tarde que el anterior. Desde luego no son incompatibles. Y es una bonita manera de desarrollar la empatía e ir entendiendo las emociones básicas (alegría, tristeza, calma, enfado, miedo...). Las ilustraciones son sencillas y divertidas y los textos una delicia.

Y por último y no menos importante, el Emocionario. Nos ayuda maravillosamente a desarrollar nuestra inteligencia emocional y la de los que nos rodean. Pienso que es una guía para más mayores que los dos anteriores (incluso es adecuado para adultos), pero depende de la capacidad de cada niño para hablar sobre lo que sienten. Yo considero que poco a poco, dependiendo en qué momento del desarrollo están o las vivencias que han tenido, les va aportando cosas diferentes. Desde luego a mis hijos les apasiona ir reconociendo y poniendo nombre a nuevos sentimientos.

Nosotros en casa estos libros o cuentos, simplemente los leemos, y hablamos sobre lo leído, pienso que si hay una buena comunicación es más que suficiente. En la docencia ya es otra historia y ahí sí que les saco otro tipo de partido completando con  materiales manipulativos o alguna ficha (aunque me gusten menos).

Yo os animo a que les echéis un vistazo, para nosotros son tesoros, no hace falta tener miles de libros, lo importante es saber elegirlos.